miércoles, 24 de agosto de 2016

Lo que ninguna chica me escribió

Vivo en un mundo de mentiras, por ejemplo; hoy le he soltado la mentira de que no te necesito al espejo. Le dije que no es cierto que te recuerdo con cariño mientras contemplaba el reflejo de la cajita donde guardo todas y cada una de las cosas que me regalas escondida como una niña pequeña a mis espaldas.

Anoche la abrí, buscando tu mirada como lo hago en cada grupo de personas que se reúne en el mismo lugar donde nos hemos visto tantas veces.

Y como no hacerlo, si en ella encuentro la fuerza para darle sentido y sentimiento a este texto. Para que sientas que lo que digo no viene de una nebulosa turbulenta de una noche sino de algo más complejo y sin medidas.

Hoy me he pintado los labios con excusas de entrevista, llevo puestas las ganas de que seas tú quien los despinte. Suponiendo que no existe nada en el universo más exquisito que el roce de tus labios.

Hoy visto una sonrisa, veo tus manos en la brisa que agita los bordes de la falda negra que tanto te gusta, ya sabes, anhelando tu tacto en mis piernas cuando sopla una ventisca. Y me agita el alma, me rompe el corazón, y me queman las ganas cuando imagino el huracán que desataríamos si me tocaras.

¿Cómo es posible que esa sonrisa sea tan destructiva?

Me he puesto a escribir pensando que tú lo haces para mí, haciéndome tuya en cada verso igual que el pasto a nuestros pies. Y me pongo en pie de guerra contra el lápiz que sostienes entre los dedos.

Volví a las carreras de sabana y colchón, a dormir desnuda mientras te dejo el primer lugar entre mis piernas. Pues no te quiero por si acaso, yo te quiero por supuesto.


Vivo en un mundo de mentiras, dispuesta, QUERIENDOTE HOY MENOS con la mentira QUE MAÑANA.

martes, 23 de agosto de 2016

Fábrica de vuelos

Nunca te dije lo mucho que siento por ti. Pero es que me gusta guardarme las cosas para arrepentirme por las noches y tener un pretexto para no dormir.

Siempre me ha gustado tener secretos.

Anoche fabriqué una estrella con ganas de lanzarla desde lo más alto de un edificio para que pidas un deseo.

Me gusta arrojar cosas.

Esta noche arrojaré el reloj por la ventana. Y aunque parezca un mal chiste, ésta se me irá en un parpadeo sin que yo pueda siquiera escribir nada lo suficientemente bueno para ti.

Normal.

El tiempo no vuela si no lo arrojas por la ventana.

domingo, 24 de abril de 2016

Rompecabezas ( i )

Esa manía tuya de convertirnos en un puzzle de dos felices piezas es la que hace que encajemos a la perfección en cualquier día, sin importar los cabellos alborotados, tu maquillaje arruinado por olas de besos sin aviso, el letrero de advertencia en llamas que dice "Nosotros" y las cabezas sin romper.

Aeroplanos


Ella es mi chica de vuelos sin alfombra.
La del retraso de aviones de papel y accidentes ortográficos...

De quien me cuentan cuando me hablan de poesía.
¿Qué sabrás tú de estrellarse si nunca le has visto estar a nada de quitarse la blusa, cerrar los ojos y abrirlos tras el timbre de un despertador con apuro a ninguna parte y el golpe de una imagen con la cama vacía?

Y la realidad más dura es la que crea ella a punto.
Pues nunca creí en la magia,
hasta que la vi...
Irradiándola.

No me vengas con eso que las estrellas
y el romance de sus ojos,
si las estrellas no tienen novio.
Y la cruda sin bebida,
y la alucinación sin drogas,
y el jodido adicto en que me conviertes dándome los buenos días.
Mis vuelos son esa consecuencia del producto de sus sonrisas
y de accidentes...


mejor ni cuento de sus labios.

martes, 5 de abril de 2016

Curiosidad

No comprendo cómo lo hace
y por eso me cuesta trabajo creer que
de verdad existe y forma una parte esencial en mi vida.

Me cuesta respirar, no sé cómo explicarlo,
pero es que sus labios tienen ese algo que me duele cuando ya es demasiado tarde
y me descubro abriendo los ojos lentamente
mientras estoy separándome de ellos
con nada más que el reproche de no poder quedarme con ella más tiempo.

Cada día encuentro en sus caderas un vicio nuevo.
Ya sabes, de esos del sudor en los bolsillos y de los besos aerostáticos.
Desde el suicidio en sus brazos del pobre poeta que libera de su cárcel en lo más profundo de mí,
hasta el jadeo de perro callejero tras las convulsiones de su cuerpo debajo del mío.
Y a la mierda con la mayoría de edad,
que el reino que construimos a diario no conoce las fronteras ni la incertidumbre.
Pues en sus ojos yace el castillo de ensueño que hemos estado construyendo con el tiempo
y los te amo son ese único puto trozo de verdad
por el cual me arrojo hacia el fondo del acantilado y muero
y me baño en su misticismo.

Pero, vamos, que es algo normal,
pues la curiosidad no es esa enfermiza fuerza auto destructiva del subconsciente
que sólo padecen los gatos.


Llamada

Su voz es aquel rumor de olas que llega desde donde no existen las costas
y los océanos vienen a abrazarte… a no dejarte caer.

Más, sin embargo... caes.

Y durante la caída, en el abismo infinito de sus ojos, se aparecerá delante de ti, de golpe para mostrarte una nueva especie de dolor.

Un dolor que te quema los labios.

Dulce... Adictivo...


Me hace desear querer oírle de nuevo.

martes, 22 de septiembre de 2015

Suicidio, acto 1

Mi ser estará cansado, muy cansado,
anhelará el tacto fúnebre del descanso
y no existirá luz que brille lo suficiente
para que éste vuelva a abrir los ojos.

El cuerpo vacío se llenará
con pedazos pequeños de lo que fue,
intentará devorarse lo que pudo ser,
y morirá enfermo por un ¿por qué no lo hice?

O de hambre.

Y mi alma se suicidará,
cayendo suavemente desde mis pupilas,
exhalará lo que será su último aliento
y en su silencio dirá a gritos; perdón.

Que las lagrimas derramadas por mi pena
le den de beber en su camino
y mi último aliento le daré,
para que a donde quiera que vaya

pueda decir a todos que, al fin, es libre.